Dos noticias recogen esta semana avances esperanzadores hacia la cura del sida. La primera, publicada por Europapress, recoge un estudio a su vez publicado en Nature, realizado por la Universidad de Carolina del Norte. Se trata de una investigación pionera que demuestra que un fármaco, utilizado para tratar ciertos tipos de linfoma, es capaz de desalojar el virus latente en pacientes que reciben tratamiento para el VIH.
Los investigadores realizaron una serie de experimentos diseñados para evaluar el potencial del fármaco vorinostat -un inhibidor de la deacetilasa, que se utiliza para tratar algunos tipos de linfoma- para activar e interrumpir el virus latente del VIH.
Los investigadores realizaron una serie de experimentos diseñados para evaluar el potencial del fármaco vorinostat -un inhibidor de la deacetilasa, que se utiliza para tratar algunos tipos de linfoma- para activar e interrumpir el virus latente del VIH.

Este es el primer estudio en demostrar el potencial de los inhibidores de la deacetilasa para atacar los reservorios de virus latente del VIH y proporciona evidencia convincente de una nueva estrategia para atacar y erradicar la infección latente por VIH.
La segunda noticia, publicada en elmundo.es es una entrevista a Timothy Brown, el único paciente en el mundo que ha logrado erradicar completamente el virus de su organismo gracias a una 'carambola' médica.

En 1995 le detectaron el VIH y en 2006 le diagnosticaron una leucemia aguda. El hematólogo que le realizo un trasplante de médula, seleccionó de entre los 67 donantes compatibles posibles al único que tenía una mutación particular en sus genes: una mutación capaz de acabar con el VIH.
Esa peculiaridad en el gen CCR5 está presente en apenas el 1% de la población y se había observado con anterioridad que era capaz de otorgar una especie de 'inmunidad natural' contra el virus del sida entre sus portadores, que podían sobrevivir sin necesidad de medicación. De manera que la médula ósea de Timothy Brown se 'vació' completamente de sus células enfermas mediante agresivas sesiones de radio y quimioterapia y se reemplazó por las nuevas células compatibles de su donante, capaces de combatir de un solo golpe el cáncer y el VIH.
Hoy por hoy, sus médicos le repiten "una y otra vez" que está completamente curado y todos los análisis que le han realizado demuestran que no hay rastro de VIH en su organismo. Brown ha hecho creer al menos a la comunidad científica que la curación del VIH no es una quimera. Evidentemente, el trasplante de médula es una solución inviable hoy en día para los pacientes seropositivos ya que no es aplicable en la práctica.